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18 de marzo de 2024

Pan de Viena con Chorizo Asturiano

Hacía tiempo que no me daba tanto gusto hacer un pan, por la sencillez y sobre todo, por la rapidez de no tener que hacer la espera de los levados.
 
Cuando además a ese pan le añadimos chorizo, como en este caso, ya el resultado no puede ser mas rico. Aunque ahora comienzo a darle vueltas a cambiar el chorizo por sobrasada, o queso, o incluso incorporar ambas cosas.
 
Creo que esta receta la dejaré como una de las que te pueden sacar de un apuro en cualquier momento, ya que lo que mas largo se me hizo, fue el tener que esperar a que enfriara.


 
PAN DE VIENA CON CHORIZO ASTURIANO

* 120 ml. de leche
* 1 sobre de levadura
* 1 huevo
* 25 gr. de azúcar
* 250 gr. de harina de fuerza
* 1 pellizco de sal
* 15 gr. de mantequilla en trozos
* 100 gr. de chorizo  desmigado o en pequeños trozos     

Pon en el vaso de la Thermomix la leche y la levadura y programa 1 min., 37º, vel. 2.
(Templa la leche y diluye la levadura en ella)

Añade el azúcar y el huevo y mezcle 30 seg., vel. 3.
(Incorpora el huevo con el azúcar y mézclalo todo bien)

Agrega la harina y la sal y amase 4 minutos, vel. Espiga. Mientras amasa, ve incorporando la mantequilla en trocitos por el bocal.
(Añade la harina y la sal y comienza a amasar. Cuando la masa empiece a tener consistencia, ve añadiendo la mantequilla a trozos)

Agrega el chorizo  y amasa 30 seg., vel. Espiga.
(Cuando esté lista la masa, incorpora el chorizo troceado y dale un último amasado)

Pon la masa sobre la superficie de trabajo enharinada y con las manos ligeramente engrasadas da forma a la masa.

Colócala sobre la bandeja del horno, pincélala con leche y SIN PRECALENTAR EL HORNO, hornea a 180º C unos 40 min.

Retira del horno y deja enfriar.

14 de marzo de 2024

Llega la gran apuesta gastronómica de El Gordo y El Flaco: Ikon recibe a El Gordo de Cortes

* El nuevo espacio se ubica en el bajo del que, actualmente, es el edificio residencial más alto de Valencia: la Torre Ikon, en la Avenida Cortes Valencianas.

* Los hermanos y propietarios Salva y Pablo Martínez (GyF) traen a la capital su concepto más gastronómico hasta la fecha, basado en la calidad del producto.


 
Un aterrizaje nunca es sencillo, sobre todo cuando las expectativas son altas. En este caso se combinan ambos elementos: la llegada de un nuevo espacio gastronómico a Valencia, con la firma del grupo restaurador El Gordo y El Flaco, y su situación en la planta baja del rascacielos más popular del momento, la Torre Ikon. El Gordo de Cortes constituye una apuesta muy seria, con cocina basada en el producto de calidad y una sala cuidada al extremo. “Tras El Gordo y El Flaco de Bétera, queríamos ir un paso más allá y generar un espacio que siguiera la tradición local, pero tuviera aire refinado”, explican los hermanos y propietarios Salva y Pablo Martínez (GyF).



Y así ha sido, porque bajo una estética elegante y minimalista -de la mano del arquitecto Antonio Altarriba-, el restaurante no deja de servir platos de mercado y recetas tradicionales, solo que actualizadas y presentadas de forma más elegante. Todo ello se combina con un interiorismo distinguido, a partir de materiales y mobiliario de primer nivel, como cabe esperar de un espacio situado en el bajo de Ikon (Avenida Cortes Valencianas, 47). El edificio residencial, diseñado por Ricardo Bofill y con más de 110 metros de altura, aspira a convertirse en ‘icono’ nada más acceder a la ciudad de Valencia. E igualmente, el restaurante de El Gordo y El Flaco (GyF) desea ser el emblema gastronómico del grupo hostelero nacido en Bétera.


 
De esta manera, El Gordo de Cortes se suma a los más de veinte establecimientos con los que ya cuenta la compañía en toda la provincia, bajo las firmas Lamburguesa, Paffuto, Taberna Gordinflón, La Mar de Flaca, Delgadito Gastrobar y El Gordo y El Flaco.


Cocina de mercado

Era momento de revisitar los clásicos de siempre, pero sumar algo más”, explica Salva. Para alcanzar la excelencia, el restaurante cuenta con el chef Rubén Puchol, quien tiene 15 años de trayectoria y está especializado en la cocina de producto preparada a fuego lento. Entre sus objetivos está “recuperar las largas cocciones y las elaboraciones cuidadas de toda la vida, aquellas que nos recuerdan a la cocina de siempre, la del ‘chup chup’ que ya no se practica con frecuencia”, afirma. Lo cual no exime de que haya algunos platos más internacionales, puesto que “estamos en una ubicación donde también hay público turista, de negocios y gente más joven”, admiten.


 
Por tanto, la carta, disponible todos los días del año, en horario de 13.00 a 23.30, está dividida en varias secciones: la de ibéricos y quesos, los entrantes fríos y calientes, y los platos principales. En este punto, pasamos a las carnes a la parrilla, una de las fortalezas del establecimiento, así como a las fideuás y arroces, preparados a partir de producto fresco y de calidad. Por supuesto, también hay tapas clásicas y dulces icónicos. ¿Con más detalle? Aquí va un pequeño adelanto de algunos de los platos que pueden degustarse en El Gordo de Cortes, conocidos por todos, solo que revisitados desde su fogón:


 
La sepia encebollada, un entrante caliente para abrir el apetito. La cebolla, que es el primer paso para darle forma, se pocha lentamente durante 7 horas, para después acompañarse de huevo a baja temperatura y tierna papada ibérica.


 
La titaina, un clásico originario del barrio de El Cabanyal, donde siempre se ha practicado una cocina marinera debido a su proximidad a la costa. La titaina de El Gordo de Cortes es ligeramente diferente, dado que el atún se prepara a baja temperatura, logrando una textura suave que se desmiga en el plato. En último lugar, se le añaden encurtidos, copos de bonito ahumado y un huevo frito.

 

Y por supuesto, la famosa paella valenciana de pollo, conejo y pato, además de alcachofas y caracoles, conforme establece la tradición. Con ingredientes frescos y una fina capa de arroz, imprescindible si visitas el restaurante. También destaca el arroz al horno, el de toda la vida, cocinado en cazuela de barro.

Son solo algunos ejemplos de esa propuesta gastronómica casera, que se completa con carnes como el entrecot de Mamet o la vaca rubia gallega, y los pescados salvajes, entre los que se cuenta la pieza de kilo de rodaballo o el gallo de San Pedro, ambos servidos enteros en la mesa. Y por supuesto, fuera de carta, dado que dependen del mercado.


 
¿Con qué acompañarlos? En lo que a carta líquida se refiere, el restaurante cuenta con una amplia bodega de vinos blancos, tintos y rosados. De diferentes denominaciones de origen, de modo que la travesía puede empezar con un AS Sortes (D.O. Valdeorras), el Ossian Verdejo (Viñas Viejas de Segovia) o un clásico Castillo de Ygay (D.O. Rioja), para acabar regresando a casa con un Materia Bobal (D.O. Utiel-Requena). Y por supuesto, las referencias internacionales, que viajan desde Francia hasta Argentina.



Por todo lo alto

Así es como El Gordo de Cortes quiere llegar a la ciudad: por todo lo alto. Y no solo gastronómicamente hablando, puesto que también el diseño responde a una propuesta ‘de altura’, dada la importancia que tiene la sala en la experiencia del restaurante. Para vestir el local, el grupo ha contado con la firma Antonio Altarriba Arquitectos, que ha pensado en un interiorismo “capaz de transportar al comensal a un entorno de lujo". El local tiene capacidad para 90 personas, además de dos reservados -el Redondo o el Imperial- que pueden acoger hasta a 16 comensales. ¿Y la terraza? Aunque todavía no está estrenada, el restaurante ya está trabajando en una propuesta de cara al buen tiempo.



Cobran protagonismo los amplios ventanales, que iluminan cualquier rincón del local, y se suma la sofisticación de la madera y la porcelana. “Teníamos claro que, aunque fuera una localización única por sí misma, la decoración era muy importante, y en este sentido, buscábamos la sobriedad y la elegancia”, destacan los hermanos Martínez, porque “el espacio ha de acompañarte en la experiencia y, sobre todo, invitarte a volver siempre que quieras”. Lo saben bien, gastrónomos como son, y amantes del producto y el vino, que también tienen gran protagonismo en su casa madre de Bétera: El Gordo y El Flaco.


 
A veces, el placer requiere de cierta altura. Porque desde arriba, podemos mirar con perspectiva y contemplar todo el recorrido. La llegada de El Gordo de Cortes no es pura casualidad, sino fruto del esfuerzo por resignificar la gastronomía que este grupo valenciano lleva haciendo desde 2009. “Ahora es momento de consolidar la apuesta. Como apasionados de lo culinario, nos hacía falta dar el paso con un proyecto de esta categoría, para sentirnos de verdad realizados”, concluyen Salva y Pablo Martínez.

Tendrán tiempo de disfrutar de las vistas.

29 de febrero de 2024

Mi Cub se une a la pescadería del Mercado de Colón "Martín & Mary" para ofrecer Gambosi y un auténtico bocadillo de calamares del Mediterráneo para almorzar

* El gambosi o gamba de cristal sólo se pesca en aguas alicantinas

* El almuerzo valenciano completo (bocata, cacaos, olivas y cremaet) se incorporó recientemente a su carta y crece con el auténtico bocadillo de calamares.



Mi Cub
, el espacio gastronómico del Mercado de Colón con productos siempre del propio mercado o de proximidad y tras el éxito de incorporar el auténtico almuerzo valenciano a su carta, decide ampliar con dos adquisiciones muy especiales y únicas: El Gambosi o gamba de cristal y el auténtico bocadillo de calamares, ambos del Mediterráneo. Y lo hace con la ayuda de la pescadería gourmet Martin & Mary, proveedor habitual que a partir de hoy le subirá, además, dos productos tan nuestros, pero tan difíciles de encontrar.


 
El bocadillo de calamares, que sabe a calamares. Parece fácil pero no lo es, tal y como explica Luis Lázaro, propietario de Martin & Mary, “nuestros calamares son los de toda la vida del Mediterráneo, de una calidad única, lo que le va a dar un sabor auténtico a este bocadillo”, y añade: “Yo que soy muy de almorzar bocata de calamares, estoy harto de encontrar sucedáneos que no responden al sabor auténtico que recordamos todos, y eso es lo que hemos conseguido y no es fácil de conseguir, pues en la mayoría de lugares, no son calamares, son, otros cefalópodos”.


 
Para Anabel Navas, directora de Mi Cub, es toda una suerte poder ofrecer almuerzos de los de verdad, valencianos y que pongan en valor el producto local: “Queríamos ampliar la carta de almuerzos, y como ya teníamos carne, decidimos apostar por el pescado y estamos encantados que Luis nos ofreciera en exclusiva estos calamares que trae directamente del Mediterráneo a nuestra mesa”.


 
Además del bocadillo de calamares, para el que quiera ya un almuerzo de lujo, puede acompañarlo de gambosi o gamba de cristal. Se trata de una gamba poco conocida, de piel fina y que se pesca en aguas de Calpe, Denia y Javea, y es la única que se puede hacer frita para comer entera.


 
Los almuerzos en Mi Cub se sirven de lunes a sábado de 9 a 12 del mediodía, y están compuestos por un bocadillo de calamares o un bocadillo de carne de caballo, patatas fritas del terreno, ajos tiernos y alioli de miel y romero, acompañados de cacaos, olivas y cerveza. El cremaet y el gambosi son opcionales pero un remate perfecto, eso sí.


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